Los suplementos minerales o electrolitos se consumen en deportes de resistencia de al menos 3 horas de duración. Su función principal es reponer los electrolitos que se han perdido durante el ejercicio a través de nuestro sudor o de la orina. Las sales minerales son imprescindibles para un correcto funcionamiento del organismo y evitar la aparición de síntomas de deshidratación.
Las sales vienen en diferentes formatos:
- Cápsulas que se toman con agua (como por ejemplo las de 226ers, que también pueden abrirse y disolverse en agua para ir bebiendo durante los días previos).
- Tabletas efervescentes que se disuelven en agua (como por ejemplo las de Powerbar o Gu, con múltiples sabores y la opción de escoger con o sin cafeína).
- Líquido (como por ejemplo la bebida hipertónica de Totum Sport, que viene en formato de ampollas de cristal para ayudar a mantener las propiedades del producto, ya que se trata de agua de mar micro filtrada en frío. Por su formato, es más interesante tomarlo después del ejercicio o en triatlón, en la T2, porque no es viable llevarlo encima)
Las sales minerales contienen varios minerales, aunque el que encontramos en mayor proporción es el sodio, al ser el mineral que más se pierde a través de la sudoración. Además, incluyen cloro, potasio, magnesio y calcio.
El sodio regula el equilibrio osmótico del cuerpo. Durante el ejercicio de máximo rendimiento, la ingestión de sodio juega un papel importante para reducir al mínimo la deshidratación y mantener el equilibrio de electrolitos.
El magnesio está implicado en la síntesis de proteínas, acción enzimática, función muscular, consumo de oxígeno, transmisión de impulso nervioso, balance de electrolitos y sistema inmune. Un déficit de magnesio puede poner el peligro el suministro de oxígeno, reduciendo el rendimiento deportivo y afectando al músculo, con la aparición de calambres musculares.
La forma de tomar los suplementos de sales viene en cada caso recomendada por el fabricante, pero por norma general lo ideal es 1 cápsula antes del ejercicio y después ir repitiendo 1 o 2 cápsulas cada hora. La dosis también depende de la tasa de sudoración de cada deportista y de la climatología del lugar de entrenamiento, especialmente en función de la temperatura y la humedad.
Es importante acompañar la ingesta con agua (al menos un vaso), para que la absorción se realice de forma correcta y evitar problemas estomacales. Si la toma de las mismas se realiza durante la última comida antes del entrenamiento o competición, la absorción será mayor, por ejemplo durante el desayuno.