Las noticias de los últimos meses en relación a muerte súbita de los deportistas, están generando una preocupación entre los deportistas. Es por ello que hemos querido invitar al prestigioso cardiólogo Alberto Cordero, cardiólogo del hospital de San Juan (Alicante), triatleta y runner habitual del circuito Alicantino.
Es sabido por todos que el deporte es bueno para prevenir las enfermedades cardiovasculares así como otro tipo de patologías. Los médicos recomiendan la práctica del deporte con intensidad moderada de forma regular tanto para la prevención de las enfermedades cardiovasculares como para los pacientes que ya las tienen. La recomendación mínima es de al menos media hora día al menos 5 días a la semana.
¿Qué es la muerte súbita y cuáles son sus causas?
La muerte súbita se produce por una arritmia en el corazón que equivale a que el corazón está parado. Las causas de estas arritmias tienen un patrón muy diferente en función de la edad. Por debajo de los 35 años las causas más frecuentes son las miocardiopatías, que son enfermedades o del músculo del corazón o de su sistema eléctrico. La miocardiopatía más frecuente es la miocardiopatía hipertrófica que consiste en un trastorno genético que conduce a un crecimiento exagerado del músculo del corazón. Por encima de los 35-40 años, empieza a ser más frecuente el infarto agudo de miocardio, que puede causar una arritmia durante la práctica del ejercicio.
¿Es posible detectar si existe riesgo en la población menor de 35 años?
Sí es posible detectar la mayor parte de las miocardiopatías. El primer mensaje es que la prevalencia de estas enfermedades es muy baja (1 de cada 1000 personas), sin embargo pueden debutar con una muerte súbita o con un cuadro grave. Los signos de alerta durante el ejercicio son sobretodo la pérdida de conocimiento así como la sensación de falta de aire, el dolor torácico o palpitaciones desproporcionadas para el ejercicio que se está realizando. La mayoría de las miocardiopatías son detectables con la exploración física, el electrocardiograma, y técnicas de imagen como el ecocardiograma o la resonancia magnética.
Gran parte de esta evidencia se ha obtenido de la experiencia en Italia, que obligó a hacer una exploración física y un electrocardiograma a todos los federados en cualquier deporte. Tras varios años con esta buena práctica, demostraron que se podía detectar un elevado número de jóvenes que tenían miocardiopatías y lo más importante fue que se redujo de forma muy relevante la incidencia de muerte súbita en los eventos deportivos de las federaciones.
¿Qué ocurre entonces a partir de los 35 años?
A partir de esta edad, son menos frecuentes las miocardiopatías y cobra más importancia el infarto agudo de miocardio. El infarto se produce por una enfermedad de las arterias del corazón, que se conoce como arterosclerosis, cuyas causas son la edad, el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión y el colesterol. Si el usuario ha llevado una vida sana practicando deporte de forma regular tiene menos riesgo de padecer un infarto. Sin embargo, las personas sedentarias y con alguno de los factores de riesgo, que se incorporan a la práctica del ejercicio físico, deben realizar un reconocimiento previo para descartar la presencia de arterosclerosis o un riesgo significativamente elevado.
Aún así, es bueno incorporarse, porque nunca es tarde para hacer ejercicio, incluso aunque ya se haya padecido un infarto.
¿Y por qué siguen pasando estas cosas?
Sigue siendo un reto detectar a las personas con alto riesgo de padecer una muerte súbita. En las personas por debajo de 35 años o los niños es muy importante la historia familiar relacionada con problemas cardiovasculares o muerte de familiares que no tengan una causa de muerte clara. En las personas a partir de esta edad, el gran reto se encuentra en detectar a qué personas determinada cantidad de ejercicio no les está siendo beneficioso o incluso puede estar siendo perjudicial a nivel cardiaco. Esto es uno de los grandes retos para los médicos y los cardiólogos que están cada vez más mentalizados en detectar casos de maladaptación cardiaca al ejercicio o el sobre-entrenamiento. Es por ello que se recomienda la valoración cardiológica en personas que se inician al deporte después de varios años de sedentarismo así como los que practican ejercicio de alta intensidad.
Tenemos datos de grandes registros europeos y americanos que dicen que la incidencia de muerte súbita en las carreras populares es muy baja y se encuentra entorno a 1-3 casos por cada 200.000 corredores. Lo cierto es que la gran proliferación de carreras y corredores ha llevado a que haya más alarma sobre cada uno de los casos. Hace 10 años posiblemente no se llegaban a 200.000 corredores en todo un año en España pero ahora posiblemente se alcance este número cada trimestre. Además, es un hecho llamativo que la mayoría de los casos de muerte súbita asociadas al deporte ocurren durante las competiciones y no en los entrenamientos, lo cual muestra que el momento de competición eleva el riesgo de complicaciones cardiacas.
Nuestro amigo Alberto Cordero ha puesto en marcha un proyecto con todas las unidades de arritmias de los hospitales de Alicante de monitorización de las complicaciones cardiovasculares que ocurren en las carreras populares de los organizadores KultRace. El objetivo es conocer realmente la incidencia de complicaciones graves en las carreras populares así como identificar las patologías que la producen.